30 mar 2010

San José del Pacífico, Oaxaca

Tras dos horas de pedir ride en la salida de Miahuatlán, Carlos y Marisol de Guadalajara se apiadaron de estos pobres mochileros.


¿Pagar por transporte? ¿Qué somos, ricos?


Carlos y Marisol nos llevaron lejos.


San José del Pacífico, un pueblo ubicado en lo más alto de la sierra, es padrísimo, pequeñísimo y huele a leña quemada. Ahí la gente va básicamente a dos cosas: a quedarse un par de noches en una de las cabañas que son el 75% del pueblito y tienen vista a la sierra, o en busca de experiencias psicotrópicas comiendo hongos.


Algunas de las cabañas.


Nos hospedamos en la Casa de Doña Catalina (la casa verde de la foto), un refugio para viajeros en el que por 100 pesos tienes derecho a cama y tres comidas al día.


Salió movida, pero nos gusta!


La vista desde el hostal.


¡Hasta se veía el arcoiris!


Un burrimomento durante la caminata matutina por la sierra.



Y un perrimomento.


El dormitorio.


En la puerta del baño del hostal. Cuidemos a la naturaleza, hermano.

Detalle del hostal.

Más detalles. La puerta del dormitorio.

Conocimos a varios personajes aquí, como Richard, quien insistía en que compráramos raíz de tepezcohuite para fumar; un gringo loco que tocaba los tambores mientras cantaba “pizza… pizza… más pizza… más pizza”, y dos chicas regias que son la onda, Samantha y Andrea, quienes venían de regreso tras pasar unos días en la playa Zipolite, donde les hicieron un par de tatuajes bastante chidos. Sobra decir que el ambiente en este lugar es relajadísimo. Paz y buena vibra para todos…

El tatuaje nuevecito de Andrea. Es un hongo. Con un hada.
Se lo hizo doña Catalina, en Zipolite... por si se les ofrece.

La despedida.



Miahuatlán, Oaxaca

Pasamos unos días descasando en Miahuatlán, un pueblito con absolutamente nada que hacer. Aquí el hit son las rebanadas de pizza que venden en todas las calles. Cuestan 10 pesos e incluyen un vaso de refresco. Una “ganga” que el primer día no dejamos pasar. Como es tiempo de elecciones, los mitines políticos estuvieron a la orden del día y sus respectivas variedades musicales que estaban para morirse de la risa.
Un fin de semana para dormir, darle la vuelta a la plaza y comer pan recién hecho.


Coheterías de Miahuatlán.

Todos con Gabino... cómo resistirse.


¡Los chilangos ya la libramos!


Esto es Miahuatlán.


¡Llegamos a Bar-zelona! Más rápido de lo que esperábamos...


La mejor parte de nuestro cuarto era este rincón, en la regadera.


Están por todas partes, no puedes escapar. Están... bien, para una vez.
De preferencia teniendo mucha hambre.



28 mar 2010

Santo Tomás Jalietza

El telar de cintura es una tradición viva en Santo Tomás Jalietza, un pequeño pueblo donde se tejen los más coloridos y creativos diseños. Hay vestidos, manteles, colcchas, cortinas, portavasos, diademas, pulseras…














27 mar 2010

San Bartolo

La ruta Ocotlán de Morelos incluye a San Bartolo Coyotepec, cuna del barro negro.





Cada mes le hacen su fiesta a San Bartolo, santo patrono del pueblo.


El mercado "oficial" de barro negro.




El taller más tradiconal es el de Doña Rosa. La alfarería de la difunta mujer es la parada más turística del lugar, que entre otras personalidades ha sido visitado por presidentes, diplomáticos, Luis Miguel y hasta los conductores de poca monta del programa Hoy.
Tienen una especie de mural de la fama llenas de fotos y notas periodísticas en varios idiomas, incluso chino, donde entrevistaron a Doña Rosa, famosa básicamente por idear la técnica para convertir al barro negro opaco en barro negro reluciente.

Caminamos hacia el otro mercado y encontramos a muy pocos artesanos, por ser víspera de Semana Santa. Mi tocaya Mariana Fabián, quien desde hace 50 años realiza con su familia artesanías con el sello distintivo de unos piecitos, nos hizo la tarde mostrándonos el proceso de una pieza de barro, desde que es polvo hasta que se moldea, se talla, se hornea y está listo para venderse.





Ocotlán II

El miércoles pasado en Ocotlán nos tocó la última "placita española", feria popular que organizan los cinco miércoles posteriores al de ceniza. Feria, juegos, puestos, comida, bandas, todo el numerito. Hasta se presentó la Internacional Sonora Santanera.


No hay feria sin este gusano.


La banda Sonrisa.

Los viernes en Ocotlán es día de mercado. Viene gente de todos los pueblos vecinos a vender -o comprar- artesanías, alimentos, aves, de todo.

Pescado.

Memelas de a cinco y ocho pesos.







25 mar 2010

Ocotlán, Oaxaca

Llegamos al anochecer a Ocotlán de Morelos. Tras preguntar por el hotel/hostal/cuarto más barato, nos mandaron al hotel San Salvador, que por 150 pesos la noche prometía TV y agua caliente. Claro, en el cuarto hay un televisor, sólo que no funciona; y para bañarse con agua caliente hay que hacerlo en un baño que está sobre el pasillo, porque en el del cuarto sólo sale agua fría.

Las noches son de lo más ardiente en este hotel, ya que es frecuentado por parejitas fogosas que no reprimen ni un gemido, y como las paredes parecen de papel, nos sentimos como adentro de una película porno.



En Ocotlán. como en el resto de Oaxaca, las mujeres usan la cabeza como portaequipaje.



Una de las señales básicas para saber que un changarro es bueno: un perro.



Ocotlán es cuna de talentosos artesanos y del pintor Rodolfo Morales (fallecido en el 2001) quien recuperó y restauró el ex convento del pueblo, que actualmente contiene una selección de sus obras, una colección de arte religioso y su biblioteca personal.




También hay una colección de figuras de barro que le pertenecían, como ésta hecha en su honor, con su imagen.


Encima de todo, puedes hojear su colección personal de libros de arte.


También se puede visitar la casa en la que vivió, que hoy es habitada por una de sus cuñadas y está abierta al público aunque sigue siendo funcional. Como llegamos a la hora de la comida, doña Armanda, la cocinera, estaba preparando una sopita que olía muy bien y nos contó cómo los artesanos han sufrido las consecuencias del desmadre de los maestros que empezó en el 2006 y que aún ahora sigue afectando, ya que el turismo casi no se para por acá.



Doña Armanda.


Por cierto. una queja común que hemos encontrado en Oaxaca es que los noticieros son unos mentirosos que desinforman acerca de Oaxaca y les espantan al turismo, una de sus principales formas de subsistencia. Así que para quien lea esto: Oaxaca está bien. Relájense. Vengan.


Guardián de la casa de Rodolfo Morales.


En la casa de Morales también se exhibe parte de su obra.



Casi al anochecer visitamos el taller de Ángel Aguilar, quien tiene medio siglo dedicándose a la cuchillería y cuyo trabajo destacado lo ha llevado a participar en películas como la de Conan el Bárbaro.



Don Ángel nos dio una larga cátedra acerca de la elaboración de sus cuchillos con materiales reciclados y de los mangos que pueden llevar, hechos con patas de animales, o tallados en huesos de perros, gatos o "turistas" (de verdad ha usado huesos humanos).


Al final para despedirnos nos invitó un traguito de mezcal, de gusano para Aron y crema de mezcal de café para mi. Los dos buenísimos.