Salimos de Brujas un lunes por la mañana, caminamos varios kilómetros para llegar a la carretera y nos preparamos para tomar un ride hacia Calais, Francia; para luego tomar otro de Calais a Londres. El ride tardó dos horas en llegar pero valió la pena: Johnny y Ali se detuvieron y sus placas británicas nos lo dijeron todo, teníamos un ride directo y sin escalas hasta Londres, corrijo, hasta la estación del metro de Londres.
Hay dos maneras de atravesar el canal (sí niños, recuerden: el Reino Unido es una isla), por barco o por tren. Nosotros cruzamos en tren. Te metes con todo y carro al vagón, lo apagas, y como media hora después, sales del otro lado en tierras inglesas.
Al llegar a la ciudad empezamos a conocer la calamidad que es el metro londinense. Y es que no es por nada pero qué buen metro tenemos en el DF.
Resulta que en Londres el “Tube”, además de ser muy lento en algunos tramos, cambia de ruta a su antojo y los fines de semana y días festivos (como el día que llegamos, que era Bank Holiday, un día feriado que se repite como seis veces al año) permanece cerrado en algunas estaciones con fines de mantenimiento. Esto implica que para llegar a tu destino en uno de esos desafortunados días deberás tomar autobuses de reemplazo afuera de las estaciones cerradas, en el mejor de los casos. En el peor, pagar el doble de lo que habías pensado por tu viaje. Además es CA-RÍ-SI-MO, igual que todo en Londres… En fin… Después de muchos desvíos y vueltas, llegamos a la que sería nuestra casa por más de una semana en Rickmansworth: el hogar de Amy y Caro, ubicado en los suburbios de la ciudad, en una zona tranquila y muy bonita.
Cenita y cervecita con Amy y Caro.
La estación del metro cerca de la casa, muy mona.
WAITING ROOM. Las estaciones tienen una salita de espera, por si estás cansado, tienes frío o estás viejito.
Al día siguiente, después de tomarnos un café con Mireya, amiga regia que andaba por allá, hicimos el recorrido turístico de rigor: el Palacio de Buckingham y sus jardines, donde los patos, varias especies de aves, las palomas y las ardillas dan un espectáculo en el que puedes pasar horas; el Big Ben (por cierto el reloj no se llama Ben, sino su campana más grande, y fue nombrada en honor a su creador) y Trafalgar Square. Ese día cayó un tormentón así que volvimos temprano a casa.
Chris y Mireya. Por porquito no nos alcanzábamos a ver, pero tuvimos chance de echarnos nuestro breakfast tea antes de que agarrara su tren.
Y sí, bueno, turisteamos tantito, qué se le va a hacer.
"Ya toma la foto! Esto huele a meados!"
Bolas.
Y qué mejor manera de decirle a tus seres queridos "pienso en ti" que con una postal con el retrato de la Reina o de la Princesa Diana?
Nos agarró la lluvia y nos refugiamos en la National Gallery donde, oh sorpresa, Van Gogh.
Sólo 11 meses más para ver The Wall en vivo.
El barrio de Notting Hill, popularizado por la película del mismo nombre, es una chulada, pasamos todo un día ahí, viendo los parques desde atrás de las rejas ya que todos son privados y sólo los vecinos tienen acceso a ellos. Recorrimos el Portobello Market donde hay antigüedades, cafés, bares y por supuesto la Travel Book Shop, que es la librería donde trabajaba el personaje de Hugh Grant en la película.
También vimos un Banksy en Notting Hill. Era la frase "MADE YOU LOOK" escrita con fichas de Scrabble.
Travel Book Shop.
El metro realmente es una mentada. Además, cuando sí funciona, es leeento... por otro lado, te da tiempo de leer mucho. Creo que terminé tres libros en una semana.
Si de arte se trata, las opciones son infinitas, en la National Gallery vimos varios Van Goghs y claro, no desaprovechamos para ver a Antony Gormley en Londres, su trabajo se expone actualmente en la Galería White Cube. La Tate Modern es un monstruo. Exhiben actualmente una muestra de foto titulada “Exposed”, que gira en torno a la gente real en momentos reales. Foto de calle, cándida, cámara escondida, voyerismo, momentos espontáneos, documental; en fin, vida real.
De la expo de Antony Gormley en la White Cube.
El Tate Modern - es gratis!
Al menos las exposiciones permanentes. Las temporales cuestan una lana. Es Londres, recuerdan?
Una shulada, la exposición. Fotos de -entre otros- Cartier-Bresson, Walker Evans, Robert Frank, Nan Goldin, Helmut Newton y Man Ray. Ahí se los dejo de tarea.
Haciendo honor al tema de la exposición, aproveché para hacer una que otra foto yo también.
No recuerdo qué era esto, pero qué bonito, no?
En la estación de Baker Street. En las historias de Sherlock Holmes, él vivía en esa calle. Hasta hay una estatua de él afuera. Hay gente que va y busca su casa, pero... ajem... elemental, mi querido Watson.
Chale, tenía hambre, pero juro que no pensaba en McDonald's, me vale lo que parezca.
En la azotea de este edificio fue donde los Beatles dieron su última tocada antes de que la banda se fuera al traste.
Esos desayunos ingleses ayudan al sano desarrollo.
Muy pulcro desayuno.
Típica vista postalesca del río, con todo y su London Eye.
Un momento en el parque:
Un saludo a mi amiga Lynn, que me está viendo.
Lo más divertido de ir a Abbey Road, la calle donde los Beatles caminaron para la portada de su disco del mismo nombre, es ver turistas emulando a los fab4, de risa loca. El día que fuimos unos chicos de Argentina nos pidieron que camináramos con ellos mientras un chavo les tomaba una polaroid por la que les cobró -ni más ni menos- ¡10 libras!
Los chicos argentinos, y su foto, nosotros incluidos.
Otro día nos trepamos en el London Eye (la rueda más grande del mundo!) para ver la ciudad desde las alturas y en la noche fuimos a ver el musical de Billy Elliot, una maravilla total que vimos desde la cuarta fila con unos boletos baratísimos, de los de “visibilidad reducida”, pero, qué más da no ver las orillas del escenario, ¿no?
La chica panda con su pandita.
No está mal para ser los asientos baratos...
Y la obra no es por nada pero sí, es muy buena. Independientemente de si te gusta la película.
Covent Garden Market.
Entre los sitios que más nos gustaron estuvo el Camden Market, un lugar enorme donde hay chácharas y ropa de todo tipo, pero también uno que otro personaje interesante se pasea por las calles, sobre todo punketos coloridos que promueven changarros de tatuajes y piercings.
Camden Market.
En la última semana nos mudamos con Wendy, nuestra anfitriona de Couchsurfing, quien nos invitó nuestro primer Pimms, -un licor londinense muy tradicional que se combina con agua mineral y frutas- y nos recomendó dónde comer un buen pescado con papas (el famoso fish and chips. Es pescado empanizado con papas a la francesa, ni más ni menos. Ya lo has comido). Estar con ella nos permitió conocer otra cara de Londres, ya que su casa está cerca de Brixton, una zona considerada por muchos como peligrosa. A nosotros en realidad no nos pareció así. Es común ver mucha gente afroamericana en las calles (por cierto, los ingleses consideran MUY grosero hablar del color de piel de las personas, tuvimos varias conversaciones sobre el tema con la gente local).
Aunque convivimos poco nos gustó mucho conocer a Wendy, es una chica peculiar. En la sala de su casa cuelgan las fotos de varias generaciones de su árbol genealógico, el materno y el paterno, que consiguió investigando en diferentes archivos, lo que nos pareció súper interesante. Trabaja como traductora así que trabaja todo el día en casa con Millie, su consentida y juguetona gata. Le gustan la equitación, los idiomas (habla ruso, español y francés), el cine, el color azul pálido y obviamente los viajes. Un día organizamos una noche de pizza, vino y Almodóvar y la pasamos bastante bien.
PIMMS
Wendy, y su extensa familia.
Los últimos días en Londres, la lluviosa, nos reunimos con mi amigo Arturo y su hermano, quien llegó de visita desde Barcelona, así que se armó la pachanga para ver el partido de México en un bar y festejar el gol de Rafa Márquez. Fueron días felices. Hasta que llegó la hora de partir y, tal como el día que llegamos, vino la pesadilla de subir al metro, bajarse, tomar autobús de reemplazo, subir al metro otra vez… uffff.
Viva México, cómo que no.
Tienes cinco minutos para hacer chistes de gemelos.
Y claro, no pueden faltar los tradicionales camiones de dos pisos.
GUÍA RÁPIDA PARA SOBREVIVIR EN LONDRES:
- Ahorra mucho MUCHO dinero antes de venir, en una semana se te pueden ir 2 mil pesos nomás de estarte subiendo al metro.
- Compra tu Oyster card, la tarjeta que recargas con libras y te lleva a muchos lados, en el transporte que elijas: metro, camión o tren.
- Siempre SIEMPRE checa los cambios en las rutas del metro, sobre todo si es sábado, domingo o día festivo.
- Para comer fish and chips como un local, debes pedir para tus papitas vinagre y sal de grano, ése es el modo tradicional, incluso hay papas embolsadas (la marca es Walkers) sabor vinagre y sal, y otros sabores menos recomendables como “pollo con papas”. En lo personal me parecieron espantosas.
- Ojo con la mostaza, la mayoría de la que sirven en todos lados es Dijon y el sabor es tan fuerte que puede hacerte llorar.
- Siempre sal con un paraguas. En esta ciudad simplemente no para de llover, no importa que sea verano.
- Si tomas té, pide que tu agua sea recién hervida, los ingleses consideran imperdonable preparar un té con agua que no ha sido hervida en ese momento, no importa si la herviste hace 10 minutos y aún está caliente, DEBES cambiarla.
- Pide que alguien te prepare un asado dominical, que es súper típico. Es un plato que lleva carne (puede ser pollo, res o puerco), gravy, verduras y un rico panecito que parece cazuelita.
aaaaay me encanto la foto de "No recuerdo qué era esto".. pss menos yo se que sea pero que bonita salio la foto...
ResponderEliminarOye y tu Mariana. te hecho bien el viaje ehh ashh tengo que hacer algo asi para desarrollar tambien mis "hablidades" jajaja
Besos a los dos..
PD manden una tarjeta de la reina. ( jaja no es ciertoooo es lo ulitmo que les pediria)
Amigosss, somos César y Emilse de Argentina, los chicos que encotraron y cruzaron Abbey Road (como olvidarlo). Nos encontramos ahora en Liverpool. Llegamosel lunes, mañana vamos a conocer Manchester y el sábado partimos para Escocia. Espero que esten bien, saludos.
ResponderEliminarVero! Te vamos amandar unos litros de leche británica pa que desarrolles tus "habilidades", jajajajaja. Nos hemos acordado de ti porque por toda Inglaterra está la tienda de Vero Moda, la que alteramos en la foto pa que dijera Vero Maiden :). Un abrazote!
ResponderEliminarHola César y Emilse! Qué padre que ya están en Liverpool, disfrútenlo mucho!!! Nosotros acabamos de estar ahí y es estupendo, pronto subiremos la crónica al blog, suerte en su viaje!
ResponderEliminarjaja que bueno que me recuerden. y ademas que estan en la tierra de iron maiden.. si ven un eddie denle un beso por mi jaja
ResponderEliminarmuaksss